Optimiza tu logística para vender al extranjero. Todo lo que debes saber

Optimiza tu logística para vender al extranjero. Todo lo que debes saber

Optimiza tu logística para vender al extranjero. Todo lo que debes saber

En el artículo anterior, descubrimos el cross-border ecommerce y por qué cada vez más se apuesta por vender online fuera de España. Una vez tomada la decisión de internacionalizarse, el siguiente paso crucial es la logística: cómo hacer llegar los productos a clientes extranjeros de forma eficiente, rentable y sin sorpresas. Expandir tu empresa a nivel internacional abre muchas puertas, pero también implica retos logísticos a los que hay que anticiparse.

Selecciona un modelo logístico

El primer paso clave es decidir cómo gestionarás el envío de los productos:

  • Logística propia

Optar por una logística propia significa que toda la gestión (almacenamiento, empaquetado, etiquetado y envío) se realiza físicamente desde la sede de la empresa. Es una opción viable en las primeras etapas de la empresa, cuando el volumen de pedidos desde el extranjero aún es reducido. Esta opción permite tener un control total del proceso, los materiales de embalaje y la atención al cliente. Sin embargo, a medida que aumenten las ventas o se amplíen el número de destinos, puede volverse ineficiente por el aumento de costes de envío, aumento de plazos y dificultad en las devoluciones.

  • Dropshipping internacional

En el modelo de dropshipping, el proveedor o fabricante se encarga directamente del envío al cliente final, eliminando la necesidad de gestionar inventario o procesos logísticos. Es ideal para probar nuevos mercados, ya que requieren poca inversión inicial y sin asumir grandes riesgos. No obstante, se pierde el control sobre aspectos como la experiencia del cliente, plazos en la entrega, la calidad del empaquetado o las políticas de devolución.

  • Almacenes internacionales o centros

Una opción intermedia, muy útil cuando se quiere crecer sin perder eficiencia, consiste en enviar parte del inventario a centros logísticos situados estratégicamente en los países donde más se vende. Estos centros, como los de Amazon FBA, Shopify Fulfillment o empresas logísticas locales, se encargan de gestionar los pedidos y entregarlos de forma rápida y económica. Esta solución mejora los tiempos de envío, reduce los precios para el cliente final y mejora su satisfacción en la compra. Requiere más planificación e inversión, pero puede ser decisiva para competir con grandes actores del mercado.

Precios y tiempo de envío

El precio del envío y el tiempo de entrega influyen directamente en la conversión. Muchos carritos se abandonan por costes inesperados o plazos de entrega inciertos.

Según el tipo de producto y el país en el que se va a vender, es importante tener en cuenta los costes de envío, que pueden variar notablemente.

Ofrece varias modalidades: envío económico (aunque más lento), envío express y envío gratuito a partir de cierto importe.

También puedes añadir un sistema de seguimiento del pedido para aumentar la confianza del cliente y reducir posibles incidencias.

Gestión de devoluciones

Las devoluciones son una parte inevitable del comercio electrónico y más aún en el ámbito internacional. Varios aspectos clave para tener una buena política de devoluciones son:

  • Define una política clara, en el idioma del país y fácilmente accesible.
  • Valora si cubrirás tú los gastos de devolución, los compartes con el cliente o lo asume completamente el comprador.
  • Ofrece soluciones prácticas como puntos de recogida o recogida a domicilio.

Una experiencia de devolución fluida mejorará la fidelización del cliente a largo plazo.

Documentación, aduanas e impuestos

Cuando exportas productos, especialmente fuera de la UE, necesitas cumplir con normas específicas de cada país. Debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Documentación necesaria: factura comercial, formulario de aduanas, código HS (Harmonized System) del producto, país de origen, etc.
  • Restricciones de importación en determinados países: productos prohibidos, regulaciones específicas según el sector.
  • Cálculo de aranceles e impuestos: puedes ofrecer un precio final con impuestos incluidos o dejar que el cliente los asuma.

Elegir bien los métodos de envío, calcular los tiempos y costes y adaptarse a las normativas de cada país marcará la diferencia entre una experiencia de compra satisfactoria o una fuente de problemas. Cuanto mejor planificada esté esta parte del proceso, más sencillo será escalar y fidelizar a clientes de otros mercados.